Este lunes, los colegios públicos de Aguachica abrirán de nuevo sus puertas y con eso se le pone fin a las vacaciones de mitad de año. Atrás quedan los días de levantarse tarde, andar en chanclas todo el día y vivir sin tareas. Ahora, los hogares se preparan para volver a la rutina: despertadores sonando a las 5:00 a. m., niños peleando por no querer dejar la cama y papás rogando que no se les quede nada.
Pero más allá del drama familiar, el regreso a clases mueve también la economía local, las papelerías ya están en modo full recarga vendiendo cuadernos, colores, carpetas, cartulinas y hasta los famosos marcadores que misteriosamente nunca duran más de una semana. Por su parte, las cafeterías y tiendas cercanas a los colegios se van reabasteciendo con empanadas, jugos y las clásicas meriendas que salvan el recreo.
El transporte escolar también entra en acción. Mototaxistas y servicios particulares ya se están alistando para la jornada, porque más de un padre prefiere pagar por la ida y vuelta del muchachito que andar preocupándose por cómo se va a mover en hora pico. Y ni hablar de la lavadora que estos días trabaja tiempo extra dejando todo listo para el lunes.
Algunos estudiantes incluso ya están desempolvando los libros o repasando lo último del primer semestre para no llegar “en blanco” a las aulas. Mientras tanto, psicólogos infantiles recomiendan a padres y cuidadores que estos días sirvan para ir ajustando horarios de sueño, hablar con los niños sobre lo que se viene y, sobre todo, evitar el “lunes azul escolar”: ese bajón anímico típico del primer día tras las vacaciones.
Porque sí, volver al colegio puede ser duro, pero también representa una nueva oportunidad para aprender, reencontrarse con los amigos y seguir soñando en grande. Así que ánimo a los estudiantes, paciencia a los papás, y que esta segunda parte del año escolar arranque con toda la energía.
Escuchemos como en algunos hogares están haciendo ese reajuste de regreso a clases