Agosto se despide, pero antes queda una última oportunidad para ponen a bailar las cometas en el cielo. Este fin de semana, en varios rincones del municipio, las familias tendrán la oportunidad de reunirse para disfrutar del llamado “mes de los vientos”, una tradición que pinta de colores y revive la emoción de correr detrás del hilo hasta lograr que la cometa se eleve.
Hay de todos los gustos y para todos los bolsillos: quienes prefieren la cometa casera hecha con papel barrilete, papel cometa o plástico; los que se van por la resistente de tela, o los que se arriesgan a armarla con los palitos que venden en las esquinas, en un plan que combina creatividad y paciencia. También están los más prácticos que compran la suya ya lista, mientras los niños solo piensan en una cosa: verla volar lo más alto posible.
Vivir esta tradición en la ciudad es posible en espacios como la cancha de Villa Paraguay, la cancha de Nueva Colombia y la Ciudadela de La Paz. Allí, entre risas, gritos y hasta retos amistosos, se reúnen vecinos y visitantes para compartir una tarde distinta, en la que no hace falta más que un cielo despejado, buen viento y ganas de pasarla bien en familia.
El Día de la Cometa no es un solo día, es todo un mes que recuerda que, a veces, lo más sencillo es lo que más une. Y qué mejor manera de cerrar agosto que volviendo a las raíces, dejando por un rato las pantallas y disfrutando de la compañía, la brisa y el espectáculo de cientos de cometas que tiñen el cielo aguachiquense. Porque al final, elevar una cometa es también elevar la alegría.