La preocupación por las fallas en la atención en salud sigue creciendo, esta vez por la falta de entrega de pañales a pacientes que dependen de este insumo para su cuidado diario. Varias familias denuncian que, aun con órdenes médicas vigentes, la respuesta en los dispensarios es siempre la misma: no hay disponibilidad. Esta situación se ha vuelto constante y afecta directamente a personas en condición de vulnerabilidad.
El malestar aumenta porque, mientras escasean en los puntos de entrega, los mismos pañales aparecen en venta en droguerías del municipio con el rótulo “prohibida su venta, uso institucional”. Esto genera indignación, pues deberían ser gratuitos para los pacientes autorizados, pero terminan en el comercio privado, obligando a las familias a gastar en un producto costoso y de necesidad básica.
Lo ocurrido refleja la falta de control en la distribución de insumos médicos y se suma a las quejas por la escasez de medicamentos denunciada en días pasados. El problema ya no parece ser un simple retraso logístico, sino una situación que requiere revisión urgente para garantizar que los recursos lleguen a quienes realmente los necesitan.
La ciudadanía pide que las autoridades locales, departamentales y nacionales investiguen lo que está pasando con la entrega de insumos y que se establezcan controles y sanciones si se confirma que productos institucionales están siendo desviados. Mientras tanto, los pacientes siguen sufriendo las consecuencias de un sistema que no les responde.