Habitantes del barrio Nuevo Amanecer volvieron a levantar su voz de protesta por el colapso constante del alcantarillado, una situación que, con la llegada de las lluvias, se ha convertido en una pesadilla para quienes viven en la zona baja del sector.
Según los vecinos, el problema no es nuevo. Desde la creación de la urbanización, el sistema de desagüe presenta fallas estructurales que provocan que toda el agua que baja de la parte alta termine acumulándose en las calles y viviendas de la parte baja, causando inundaciones y daños materiales.
Durante esta temporada de lluvias, el panorama ha empeorado. Las aguas residuales se desbordan, el mal olor es constante y el riesgo sanitario aumenta cada día, especialmente para los niños y adultos mayores del sector. Los residentes aseguran que han hecho múltiples llamados a la Alcaldía Municipal para que se tomen medidas concretas.
La comunidad insiste en que se trata de un problema antiguo que requiere una intervención urgente, pues las reparaciones temporales no han resuelto nada. Los habitantes piden soluciones estructurales que eviten que, cada vez que llueve, sus casas y calles terminen bajo el agua.