La presencia de habitantes de calle se ha convertido en una problemática visible en Aguachica, especialmente en sectores céntricos. En horas nocturnas, es común verlos instalados en andenes, entradas de viviendas y a las afueras de establecimientos comerciales, donde improvisan espacios para dormir y pasar la noche.
Comerciantes y residentes de estos sectores han manifestado incomodidad frente a la situación, pues aseguran que no saben qué puede pasar si alguno de ellos reacciona de manera violenta o intenta un hurto. La incertidumbre crece porque muchos cargan con objetos y pertenencias que generan desconfianza entre quienes transitan por estas calles.
Más allá de la incomodidad, este panorama refleja un problema social de fondo que ha venido creciendo con el tiempo. La falta de oportunidades, los problemas de adicción y el abandono familiar son algunas de las causas que los mantienen en la calle, mientras la ciudad convive a diario con sus necesidades no resueltas.
En la cotidianidad de Aguachica, los habitantes de calle se han convertido en una realidad difícil de ignorar. Mientras algunos piden comprensión y ayuda, otros sienten temor y exigen soluciones. Lo cierto es que, entre la indiferencia y la preocupación, los andenes siguen siendo para muchos su único techo en las noches.