Una problemática de nunca acabar, así el servicio de agua potable en el municipio, el cual es suministrado de forma sectorizada en Aguachica, para poder cumplir con el abastecimiento a toda la ciudadanía.
En esta ocasión, habitantes del barrio María Eugenia parte baja, denuncian que llevan cerca de 23 días desde la última vez que fue suministrado este servicio y al igual que otros barrios como Nuevo Amanecer, Sabanita, San Marcos, Los Cocos, Cordillera y muchos más, la ciudadanía menciona la demora en la prestación de este servicio que es vital en cada uno de los hogares.
Al ver la escasez de agua, los habitantes del barrio María Eugenia, se ven obligados de adquirir el servicio de los denominados “Bloques de Agua”, que son vendidos por quienes han tenido la fortuna de construir pozos para solventar en sus viviendas la falta de este líquido, haciendo que se incremente el presupuesto destinado para servicios en cada uno de los hogares, rubro, que podría ser implementado para la compra de alimentos y otras necesidades básicas.
Es que ni la Estación de Policía se salva de tener sus reservas de agua totalmente vacías, pues ya se han visto vehículos de la ESPA ingresar a dichas instalaciones a solventar la situación, pues allí se podría generar un problema de salud pública con la cantidad de personas que se encuentran recluidas en este plantel.
La Empresa de Servicios Públicos de Aguachica, ha manifestado que en distintas oportunidades se ha detenido el suministro de este servicio, por las condiciones que se presentan de “alta turbidez en la quebrada Buturama, lo que ha ocasionado un taponamiento en la captación de agua”. Ante ello la ciudadanía se cuestiona por los proyectos estructurales que se han realizado para la mejora de dicho servicio.
Los aguachiquenses se encuentran molestos, pues concluyen que ya no importa la condición climática que haya en el momento, siempre habrá un “PERO” para la correcta prestación del servicio y que seguirá siendo una utopía el tener un agua potable en todos los sectores de forma más estable, a la altura que se merece la segunda ciudad del Cesar.